ABANDONO DE UNO MISMO

 

“Te quise tanto, que cuando me rompiste mi corazón te saqué de ahí para que no te hicieras daño”. Mario Benedetti

En muchos casos de terapia se escucha decir: “todos me abandonaron, y cuando más los necesité, no estuvieron ahí”, donde el paciente es el primero en dejar de lado sus sueños y priorizarse en sus decisiones. A lo cual el profesional psicólogo suele responder abriendo la mente del paciente a la siguiente pregunta: ¿y tú, también te has abandonado?

La pregunta es compleja de responder, pues no se centra en cambiar actos y decisiones de otras personas; sino se centra en promover que la persona pueda verse a sí mismo y ser conciente de cuál es su rol en el problema del que se queja. Así podrá ver que dejarse para después, para el final o simplemente no tomarse en cuenta en las decisiones o acciones le traerá problemas para su propio bien.

De esta manera se procede en terapia, analizando de forma crítica los actos del paciente, donde las intervenciones deben encaminar al paciente a verse en el espejo para encontrarse consigo mismo, además de sus actos, sus ideas y sus buenas o malas decisiones.

Esta problemática es muchas veces hablada y pocas veces comprendida, pero siempre necesaria para acercarse al bien estar personal. Por esta razón, es que se la toma para este apartado con la consigna: “Abandono de uno mismo”.

Mucho se habla que la depresión y el estrés son enfermedades mentales del siglo XXI, fenómenos que a razón de las problemáticas económicas, educativas, de salud y otros. Obligan a la población a someterse a un estilo de vida que poco o nada deja reflexionar sobre lo que uno quiere y desea. Así, el trabajo y los deberes se roban nuestros sueños y con ello; muestra vida. Es a raíz de esta problemática que surgen frases como:

  • Por ustedes tengo que aguantar. Es una frase que responsabiliza a los hijos de los problemas de pareja, mismos que van acompañados de violencia y maltrato a la mujer, la cual al no velar por sí misma y creyendo que hace lo mejor para mantener a la familia unida, decide aguantar dicha violencia.
  • Antes que todo, soy madre. Es una frase que inicialmente aparenta ser buena por el sacrificio que se hace por el bien estar de los hijos, sin embargo la otra cara de la moneda es que para dedicarse tanto a ellos, la madre debe dejar de lado sus intereses, sus sueños y su vida.
  • Qué va a decir la gente. es la frase propia de la persona que se somete al juicio de los demás, actuando conforme a los estereotipos sociales o prejuicios familiares y que al final no toma en cuenta su deseo para velar por su propio bien estar.

Comúnmente estas son las frases que escuchamos decir a familiares y personas cercanas, que en muchas ocasiones escapan de solo ser enunciados; para convertirse en la voz de la depresión, del estrés, de la psicosomatización o incluso del suicidio.

¿Cómo sé si me estoy abandonando?

A continuación compartimos algunas preguntas con el objetivo de aperturar el análisis crítico de uno mismo y que al ser respondidas con sinceridad puedan (en el mejor de los casos) conducir a la toma de decisiones para el propio bien estar. Estas son:

  1. ¿Quién es responsable de tu felicidad?
  2. ¿Te gusta quien estas siendo?
  3. ¿Vives su presente o está atado al pasado?
  4. ¿Vives tu vida o vives la vida de alguien más?
  5. ¿Qué lugar ocupas en aquello de lo que te quejas?
  6. ¿Eres lo que quieres ser o lo que te dicen que seas?
  7. ¿Hace cuánto que te priorizas en una decisión?

Este es solo un esfuerzo, un salir del espacio terapéutico y socializar los problemas que allí se trabajan, pues está claro que nunca se podrá sustituir dicho trabajo con un pequeño texto, sin embargo; socializar estos temas, problematizarlos y llevarlos a la población puede representar una pequeña luz para buscar ayuda si se lo requiere.

La Asociación Emilia de Wojtyla en dirección a su misión que es “Brindar apoyo a las mujeres víctimas de violencia” tiene un espacio capacitado para trabajar estos casos de manera gratuita y continua. ¡Te esperamos!

Whojtila